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Elevado Manto blanco sin Corona y sin cortantes espinas
Entre riscos, apriscos y, ventiscas para nuestros ojos jarana,
Jadeantes escaladas sobre tu erguida y atractiva belleza pétrea
Tan amado eres, como la protuberancia materna de un pezón blanco,
El velloso y amarillito frailejón, inmune a tu frialdad no deja de coquetearte
Tan fervorosa, virginal, y tan suplicante allí, como el Libertador Simón Bolívar
El Pico Bolivar
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