Los Caballeros De La Mérida Del Ayer

¨Se nace hombre pero un caballero, se hace”
Anónimo

Los Caballeros De La Mérida Del Ayer

Sollozaba yo, caminando por este mundo al revés
Maltraté, tu raquítico cuerpo absorta con mis pies
Maltrecha, te tomé y, te observé por primera vez
Florecilla silvestre, en las aceras y, entre las piedras

Donde es difícil que puedas crecer con tanta aridez
Quisiste darme una lección, ya en casa la pude leer.
Tus diminutos pétalos como los finos hilos para coser
Blancos como las nieves del Pico Bolívar que me vio nacer

Apiñaditos todos, tienen Centro… y Belleza por doquiera
Sus Hilos, viven juntitos y, no se, maltratan para comer
Sin agua, en el verano, no mueren si no los colocan arder
Y te asomas, para que vean tu corazón… con sus raíces, en aridez

El maltrato verbal de tres hombres, que pude observar, a una mujer
Por una insignificante, compra de alimentos, que quería poseer
A, mi corazón, lo entristeció, por los inexistentes Valores, de nuestro ayer, impartidos con prioridad, presteza para podernos en la sociedad sostener; como la florecilla, en mi camino, que su semilla puede crecer fuerte, bella, con vida, a pesar del entorno inhóspito, que le estrangula su fragil crecer.

Como te extraño Mérida hermosa y, a los caballeros, de aquel lejano ayer de sus corazones y de sus mentes, su “caballeresca” identidad, no la quisieron perder, durante sus duras experiencias, su follaje reverdecía, con cada autoconciente amanecer….