
Con Mary Torres…
¿Qué te impulsó a escribir?
El deseo ferviente de conocer sobre Dios, se convirtió mucho tiempo después en rayitos de luz, hasta transformarse en armas para salir de algunas borrascas en mí vida, con dolor, pero con comprensión; mucha veces se logra otras no. Pero principalmente escoger, entrar por la puerta abierta que nos encamina hacia la belleza de la perfección, que sabemos existe, pero no conocemos, deja luz y semillas para repartir hasta llegar a degustar presencias luminosas en este viaje sin retorno.
Los rayitos de luz, son iridiscencia para todos, …algunos buscando con perseverancia y pasión salen más allá de los lineamentos y paradigmas convencionales inculcados, la renuencia a conocer sobre las distintas formas como se expresa Dios es un obstáculo en la ascensión hacia nuevas comprensiones y desarrollos de las potencialidades de la mente individual, alineada a la mente universal, bajo la dirección del Espíritu y demás seres celestes.
Dinos un poco más sobre eso…
El óbice siempre está allí presente, la cara de nuestra oscuridad interior. Al desdibujarla poco a poco nos conocemos nosotros mismos. Con la búsqueda del conocimiento se ilumina nuestra alma desolada, y los dos alimentos llegan juntos, banquetes corporales y banquetes para nuestro verdadero YO, el Espíritu, vinimos a ser felices, al desviarnos por brechas equivocadas llegan las complicaciones.
Alguien me dijo una vez: “Yo quiero felicidad”, a lo que contesté: Primero quita “Yo” eso es el ego, después elimina “Quiero” porque es el deseo. Ahora ya tienes “Felicidad”.
Alguien me dijo una vez: “Yo quiero felicidad”, a lo que contesté: Primero quita “Yo” eso es el ego, después elimina “Quiero” porque es el deseo. Ahora ya tienes “Felicidad”.