El Señor es el Espíritu y donde esta el Espíritu del Señor allí esta la Libertad.

“2da Co, 17

Después De Esta Morada Terrenal Sin Cargas Hasta la Eternal

Moradores de este tiempo no procures bajar Estrellas
Si eres ya un vecino de ellas, las puedes Amistar y conquistar
Desde el espacio Eternal observas a tu endeble barca oxidar
Varada, bulle con los azotes… de las salitres aguas del Mar

Las horas en el timón fenecieron capitaneando para Navegar
Sacudidos por una Tormenta a la que una vez, nadie le puede ganar
Con Volatilidad corpórea los que Alerta están, Bracean para poder Llegar. Adelantando aquellos que no pueden, mirando lo que han dejado atrás,

Grandes y pesadas cargas que atormentan, aprisionan y les impiden avanzar. Deshilvanadas supersticiones, crueldades infringidas y con decálogos sin aprobar.
Acciones de Amor Verdadero, que nunca, quisieron a la práctica llevar.
Un te quiero sincero, esperando siempre, recibirlo en primer lugar.

Creativos repujados con roja sangre de las heridas abiertas a los semejantes;”liquidándoles” para poder, ellos Brillar hasta sus decrépitos bordonear.
Mundanos Poderes con florituras de Narciso ahogados de tanto mirarse.
 Amistad Verdadera que pudo el dolor, la necesidad, lo autolesivo aliviar.

¿Los Liberados de tan pesadas cargas? no arrastran nada, Imperturbables Avanzan sin vacilar. El Espíritu, Viaja, con los pensamientos nuestros amores los podemos Amar
Nunca Perece, no engaña, no desobedece y, continua con nosotros hasta el más Allá