El Carboncillo

El Carboncillo

Brillante carboncillo con el ausente marco dorado
con un gris moteado como el plateado de las alhajas
El reverbero de los ojos en dos corazones ahí enmarcado
en brillante transparentado con efervescencia creativa

El arte, confabulado con las crispaciones de dos enamorados
sombreados trazados en las ardientes y penetrantes pupilas
La atracción irresistible delata a dos mancebos abrazados
con las chispeantes oleadas, libres flamas en sus hogueras

Vigilia en la brevedad de los cuerpos; la pasión embravecida
añeja en los surcos de los sentidos contagiados de lucida locura
Por una larga y, azabache melena, sensitiva amistad de la piel,
el tórrido recorrido hasta alcanzar el Paraíso Selectivo
Que se bebe el agua de dos almas enamoradas