203
Forma y fulgor a mi alma le dan tus diligentes manos
Y aunque, tu rostro este tan vivo y tan reluciente como el Amor de Dios,O, informe, tu boca y tus manos dormidas estén junto al polvo; tú exquisita y modulada “Voz” se oye aguda, grave, altanera, triste, errabunda, jocosa, sensual o, muy amorosa.
previous post