El Servicio Que Venimos a Prestar a La Tierra

  «¡No tengáis miedo! ¡Abrid, Abrid de par en par, las Puertas a Cristo!»

Juan Pablo II

El Servicio Que Vinimos a Prestar a la Tierra

De Dios, son tus manos, de Dios son tus pies, de Dios las huellas que con tus acciones le vas dejando a El. Que no haya duda que no habrá, un después, que entre la Oscilación y los traspiés, no olviden nunca que le Pertenecen a, El. Tiene caminos la vida, veredas tiene la vida y entre Caminos y Veredas, Jesucristo siempre extiende las manos y nos espera, para darnos la Enseñanza que aun no se la hemos entendido y, nos autoflagela.

Deslastrarse de los miedos; cruz que mucho pesa postrados ante “Hombres” que no han cargado la primera. Cada día que pasa y, vemos el amanecer es un día que fenecemos, con el. Los ríos nacen crecen y mueren también, y el Reino de los Cielos solamente se Abrirán con El

Que no haya duda, que no habrá un después^“Que cada día morimos hermanos es tan cierto como el orgullo que siento por ustedes en Cristo Jesús nuestro Señor”1
Se viene al mundo a Servirle a El., El a través de nosotros. Si el otoño en su autoprotección muere y, vuelve a Renacer, al Palacio Interior, todos los días debemos volver. Como el niño en su cuna, que espera a, mama que viene por el; y no sabe si esta desnudo o, si esta de pie. Estad bien Despiertos, Yo Soy La Cuna, El Mana, Leche, Miel y, el Reyes de Reyes que, murió por, el

Desde las Celestes Moradas a sus Vidas nadie condena tienen Mi Agua desde el río Ganges en sus labios, sin la morbilidad de un sagrado lema, si no goteando con las Melodías de nuestro Padre. Pero Orbitando y Oteando sin Lilas esquelas. Las Verdaderas Sinfonías desde la Bóveda del Cielo.

Toma tu guadaña, toma tu garrocha, toma tu fortuna….. o, toma tu escalpelo, pero sírvele a, El. Desatadle las sandalias a Los que murieron por El, El Esposo en las Bodas del Cordero siempre sera El. No tengáis miedos si la Tierra, se estremece o, si los mares se devuelven, Siempre estará con uds y, uds en EL

1.Cr 15.31