El Tiempo y El Querer

“Cambiar la manera de pensar en Pro de lo mejor(….) es el antídoto
para el estancamiento para aprender y desaprender”

“Es el Hombre el que influye sobre la norma del tiempo….
Aparece como consecuencia de nuestros actos y, desaparece
si lo ignoramos o, dejamos de importunar”
Juan Vilorio

El Tiempo Y El Querer

Cuando llegamos a la vejez, juntos nos sentamos por primera vez;
Conversamos de aquel pasado que ya no es y, del presente en la vejez.
Miramos hacia el horizonte donde el Cielo y, el mar se juntan
sin discordar, por qué así son y, así se ven y afirmaste
con tono arrogante de, Juez

Has vivido Querer, mi presencia con prejuicios… desde que aparecí
en tu vida, con las responsabilidades propias en la etapa de tu adultez.
Justificándote siempre conmigo tus ausencias de madurez

“Conócete a ti mismo” Reconoce tus veleidades, tus paroxismos,
reconoce tu Inmadurez. Asentaremos el precedente en esta contienda
de humanos que en la Galaxia nunca la ves. Escuchemos los alegatos
y te dictare sentencia, de una buena vez

Nueve tiempos: son al comienzo, para poder, aquí nacer
Tiempos sin medida: en la niñez, por casi nada saber
Tiempos ondulantes: en la juventud: no así, en la madurez
Tiempo sin tiempo: al final, por tener, más Conciencia, del Saber
¿Tienes algo que responder, Querer? Se tu propio “Juez”

Soy: espacio, momentos entre un comienzo y, un final para feliz andar
Como podrás ver, en tus mejores años y, en capacidades plenas,
es a ti a quien le corresponde resolver: Si triste estas; me detengo
y, quieres que camine con rapidez. Si estas feliz: camino con rapidez
y, entonces me quieres detener. Tienes algo que responder? Querer?.
Se tu propio “Juez”. No me puedes detener.

 Óyeme bien Querer: No soy, yo el tiempo, el culpable de tus descalabros,
por tu inamovible testarudez ni de las complicaciones, donde te cuecen
por no cumplir, con tu deber. El presunto, responsable, eres tú. QUERER.
El Presunto responsable, de lo que no quieres pensar
y, tampoco, tu quieres hacer.

Querer: Puedes perder la Eterna Vida hasta, en algún infortunio,
por en Dios no confiar, el peligro desafiar, inteligente no Ser,
disponerte a creer en el extremo miedo que te da,
o por confianza desmesurada nunca decides un mejor HACER.
Me confieso solo culpable de: los imprevistos, de la enfermedad,
de la muerte y, también de la vejez.
¿Que hora Es. Querer?