Festiva Familiaridad Las Navidades del Ayer

 Festiva Familiaridad Las Navidades Del Ayer

Coquetea insinuante el amanecer, entre el pensar y, el suspirar alentador evoco a, las navidades del ayer, en el Claustro silencio cantaban los grillos junto al enquistado y orquestado, lejano cantar de los gallos, canto errante, preludio de la luz del día que yo, aún no la puedo ver

Lluvia abundante de contrastantes luces adormiladas como mi ser; yaciendo ahí adentro jubilosa y escondida la Ciudad de los Caballeros, tan distinguida en el ayer, amurallada con amarillo oro, blanco, azul, faros rojos y, las encendidas brillantes estrellas, derretidas Y, derramadas sobre las exuberantes y atrincheradas y erguidas colinas

Inquisidoras “inclusivas” escalando el espacio sin límites al que regreso, con venturoso placer. Imborrable navidad iluminada; en la mente anidan riadas de alegría de mi niñez, De la juventud y, de la madurez que se recuerdan cada vez mas, entre el sándalo de la pobreza y, el ungido sibaritismo pomposo. Separación Proverbial de la humeante de desigualdad

Tradición desbordada de festividad, trajeada hoy de cenicienta escasez. Festivo gozo familiar en sobria paz, disfrutando por doquiera animados con las misas cantadas de aguinaldos, patinaje madrugador, encuentros amistosos y juveniles aventuras, cobijo Divino de embrujo coronados, bordadas navidades de amor y, de colorida brillantez

En el hogar el aroma acusador del típico menú con su fuerte personalidad en Nochebuena entre comidas y, bebidas, descascando nueces, el rostro sereno, caluroso del familiar y las amistades. Los regalos compartidos, el griterío y sermonear a los hechizados niños, alborozos al son de las gaitas y de los Villancicos a la hora del niño Nacer
Enhebrados y, desordenados abrazos y, los deseos sin revelar con cada uva fresca al comer, esperando el estrepitoso cañonazo, anuncio del nuevo año, con la satisfacción en nuestras miradas, recibíamos en paz, que el extinto viejo año terminara su quemante perecer; en el Hogar con nuestros seres queridos, dándonos compañía, teñidos de felicidad, afloraba el quehacer, el disfrute y, la parranda navideña hasta al amanecer