Home Especial Mama

Mama

by Mary Torres
“Crecer, no significa nada para una madre. Un niño, es un niño. Se hacen más grandes, más viejos, pero para ellas, siguen siendo sus niños”
(Toni Morrison)

Mama

¿A donde? dime madre ¿ A donde? encuentro tus prismados ojos, acariciantes y alegres que me abrazaron con las centenarias fortalezas, de las rocas y el chispeante brillo de las piedras preciosas, entre la esmeralda de los bosques de mi infancia y el jaspe marron, de tus esfuerzos; que me alimentaron con la consabida sabiduría de tus nutridos pechos. Glamurosa inspiración, tan Olímpica, como tu nombre al que honor le hicistes “Reinado” de fortaleza que se autoerigio, en tu noble alma; aunque rodando fueran, tus pies con tu voluntaria fuerza, como las calcáreas rocas sobre yermos y escarpadas

Edificaste y te enraizastes en la naciente verde de un joven corazón, que se hizo uno con tu dolor,  enhebrando tu amargor, con su honrado dulzor y de amor. Medrandole vida palpitante al carente histrionismo de tu cansancio desgarbado; cargando las transparentes aguas de los pozos para tus hijos sin reposo. Angustias de tu corazón que se fueron Transformando, en semblanzas de amor. Eternas nubes que aun  desparraman las cristalinas aguas, desde tus atribulados, agotados y ardorosos hombros.

Ebullente liquido maternal y agua, entre candente topias y ardientes leños, hoguera de abnegación y templanza, desde tu vibrante seno y  entrañas con la primigenia dureza del mármol. ¿A donde dime madre? ¿Hasta a donde? Transcendió la laboriosidad de tus entregadas y productivas manos, que diseñaron un holograma ante mi, de interrogantes: entre tu amor incondicional, tu desprendimiento inusual y tu Sacra fuerza, constante, ininterrumpida, hasta la absoluta caducidad de tu cuerpo y, de tu corazón,

 El Calido horno, de amor ingente, arduo y productivo trabajo, ataduras y vilipendios en la cronología de este tiempo. Pero simbiosis de Agua, de Barro y de Renacimiento para tu  incorpórea alma. Resguardándonos dentro de las Uvas Sagradas que, seguramente le dieron Infinita Vida a tu amor y a tu templanza. Traslucido en tus primados ojos, con un ígneo y virginal brillo tan solo como tu, madrecita hermosa. Luz en la que “coincidimos” para que, me alumbraras a esta vida y me dejaras aun, que la durmiente “voz” desde tu imperceptible rostro, siga hablándome, de tu entereza, de tu nobleza, de la intensa Sapiencia Original y de tu férreo, admirable y crispante coraje.” El coraje es una historia de amor con lo desconocido”(2) Que Dios te bendiga madre mía y resguardada tu, estés ahora, en las Eternas Moradas del Hijo de Dios.

(*2) Osho

También te puede interesar

Leave a Comment