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“Las Grandes Almas tienen Voluntades.
Volando por el infinito Cielo, regio, por Amor seducido tus rezongos
Migrando altivo desde la inhóspita y desteñida “verde selva” empapado de un temporal de destrezas. Caudal copioso que se te sumaron a las dunas de tu galanura y con primacía de ideales con los que quisiste abrazar el sol. Serenos ruidos, sagacidad y con voz reposada alternabas desafiando a la borrascosa falsedad. Decodificándole al espectador el “fuerte” engranaje
Silenciosa y, efímera fue tu “Condecorada”rebelión dentro de tu triste
Chorreantes líneas de sangre muy pronto te bañaron, bajando heladas por tu frente y varoniles blancas mejillas, reducido quedastes en un abismático terraplén desplomado. Empapado con los últimos sorbos de tu joven y fructífera vida, sin embates verbales, sin rehusarte
Con relámpagos de esperanza se apagaron y, se cerraron tus jovenes
Sinfonías sin armonía fueron para la población tus intermitentes
Fulgor en tu altruista pensamiento y, juramento del deber, que renació detrás de negros cortinajes de humo y cenizas que va fragmentando
Un solo par de temblorosas manos se levantaron con los puños cerrados, apretados golpeándose, fuertemente el pecho, sin cejar,
…..De unas olorosas “Guirnaldas sin flores” y sin ninguna despedida, que acudían al escarbado suelo, sollozantes le recordaban el corretear de un pequeño niño, detrás de la joven madre en su labor. Jugando a las escondidas, al bueno que perseguía al “malo” y que, en su ahora, yacía allí, sin regreso durmiendo a destiempo su joven lividez y, en un profundo sueño sin retorno sus inalcanzables ideales, que dejaron para nosotros únicamente: Enigmáticas estelas y, montones de escombros, junto a él. Con los Reverentes Preceptos desoídos, deseando
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