“El Faro, que nos Guía y, nos conecta a, Valores Inmutables que nos Sustenten y nos Nutran… Ese es Dios”

Refrendado Con La Luz Del Faro

En mi terruño encumbrado
y en las plazas de la Patria
Se erige la gran estatua
del Libertador allí elevado

Sobre su caballo montado
quizás observando el pico,
O, recordando la lealtad
de su fiel perro nevado

Con el permiso del Cielo
desde allí ha retornado
Ceñudo se baja callado
y, da pasos desorientado

Su pensamiento desdibujado
Fusión filosófica de tiranos
De un pasado aun no aprendido
Unión que no se ha consolidado

Todo continúa fragmentado
Con la pluma ya en su mano
de nuevo lo ha refrendado.
Rinde tributo a los jóvenes

Que han sido enterrados
Arbolitos desmembrados
del verde césped arrancados
Soñar les fue negado

Blande su espada en el aire
regresa a su Blanco caballo
Galopa con paso desbocado
Temeridad de vulnerados

Reverdecen todos los prados
corre la riada llena de lodo cargado
Un Faro gira veloz para todos lados
Cae la espada de muchas manos

Arde, quema, a quien la ha tocado
Estertores del que fue un acorazado
ya no se escuchan está muy lejano
Se disiparon con la Luz del Faro

La  tropa lo sigue y, los acuartelados
El Faro ilumina a los lastimados
Y, encandila a los equivocados
El corazón del Noble soldado

Que no se subió al acorazado
Lo acompaña la Luz del Faro Ahora en la cara del ciudadano
Con Claridad, a todos los Ve, como sus hermanos