El Verde Color Para Un Mundo Mejor

“He soñado, siempre con poder dormir sobre un lecho de algas y, coral. Disfrutar del silencio que reina siempre allí. Y viajar encima de un delfín, cruzar mares sin parar, y nunca llegar al fín…”

Amaia Montero

“Note como entran en juego los cinco elementos de ganar- ganar: no se puede hacer responsable a las personas por los resultados. si no SUPERVISAS sus métodos. Historia de Verde y limpio.
  Los Siete hábitos de las familias altamente efectivas .Cinco elementos de ganar-Ganar:Pag 206

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Recursos
Responsabilidades
 Y, Consecuencias.

Setphen Covey

El Verde Color Para Un Mundo Mejor

Revive, esperanza lívida, revive y, atajad el luctuoso modo
en este vasto y ancho mundo, en un incesante morir “sinfin”
Y, que no es aquel, mundo verde, el que, nosotros conocimos
Concierto intenso, siendo la primavera, un trepidar sutil
Nítido colorido, que se transformó como en un otoño“añil”

Sibilino, en los hirientes espinos.
Taimado, en la pretenciosa hiedra.
Congruentes altas y esbeltas sombras
sobre las bondadosas,
transparentes y, saludables aguas.

Barboteo breve, de las milenarias y evolutivas algas que, se desperdician(…)
Remezón y briza larga: en los estilizados helechos
y, en los soberbios pastos,
Tensiómetros y brújulas para el que se desorienta,
y, también para multiplicarlo.
Saludable y sano como las medicinales hojas,
de la achicoria y, de la vitamínica alfalfa.
Tierno y blando: en las fruticas dulces
de los prometedores pámpanos

Buenos y con personalidad: como el nutriente cují ,
y, la productiva y conocedora Vid.
De los pámpanos y, de la Vid: hemos, sido el verde
y el naranja fruto, con el que crecimos.

De los espacios donde, se atesoran a los tiernos pámpanos
y, al ramaje fuerte de la productiva vinífera Vid y del cují;
véanlo, obsérvenlo y, aumenten, los silos para los ríos.

Para las movedizas y, necesarias aguas; la clorofila que siega y bien reverdece con frenesí y, aún se irgue, en celosía y, esperanza para el mundo mayor. El “mundo” de donde ellos salieron, en el que crecieron y al que sostienen ahora, con sus brazos abiertos; con las frescas rosaditas rosas y, uno o, dos botoncitos tiernos, apenas empezando a vivir