AL Pueblo Donde Naci Torondoy

AL Pueblo Donde Nací Torondoy

Torondoy en altas montañas anclado estas, entre boscosos y, angostos caminos, tan sinuosos como pendientes que me llevaban a cruzar un puente y ascender hasta los caseríos de campesinos, entre ondulantes, protuberantes, y regias colinas, asentamiento de mis ancestros. EL río durante mi sueños lo siento con majestuoso desplazamiento inquieto, expresándome su descontento al no verme caminando desde hace tiempo bajo el radiante y ordenado sol por sus cálidos cimientos; con los coloridos arreboles y las estrellas refulgentes tiritando con su fluvial corriente

Tú prístina belleza la expreso en esta blanca hoja de papel, bálsamo para mi mente, salvo por los inquietos rumores de la espumosa vertiente que se resiente; me embriagan sus días soleados, el agradable y moderado clima frío, el arrullo de tu paisaje y la animosa afectuosidad de su gente. Y una linda casa de hacienda en lo alto, un Castillo en el Cielo, el abrigo durante mis quebrantos; siete años en mi niñez y, no pareciera hace tanto cuando me aparte de tus encantos, por eso en ti me complazco, hermoso pueblo de nuestra Tierra, efervescente luminosidad dentro de tu limpio y acogedor regazo

Mis recuerdos se alborozan con tus empedradas calles, tu linda y concurrida plaza, la escuela, la iglesia y el repiquetear de campanas con su vaiven, ondas que migran en el etéreo hasta las majestuosas montañas, sobre las antiguas casas con balcones, ventanales
 Y horcones de madera, amplios patios y antiguos molinos para secar
Y trillar café, el  habitual brindis para el visitante, siempre menester
de ofrecer con deferente placer. El azul y níveo Cielo, los mágicos crepúsculares atardeceres, la hospitalidad y la natural belleza. Olvidarte no quiero, los Influjos para mi corazón que Inspiro
Y se enardece todo mi ser. Te amo. Terruño de mi querer