El Árbol Raquítico Que Dio Buenos Frutos

“Hasta que no hayas cavado un hoyo, Plantes un árbol, lo riegues y lo hagas SOBREVIVIR, entonces no has hecho nada. Simplemente estás hablando.”

-Wangari Maathai

El Árbol Raquítico Que Dio Buenos Frutos

Una dulce mujer de larga y encaracolada cabellera, a su rostro alegre lo roza amoroso; no dejandose aguijonear por su adolorido corazón, con la desesperanza y el sin razón .Mansamente levanta la mirada hacia el Sublime Cielo, haciendo caso omiso de unos chorreantes y, pintorescos desechos. Invisible no es para sus huidizos ojos el recuerdo del Lustroso verdor, la sombra fragante y, las melificadas frutas jugosas de un frondoso y largo árbol. Sus ojos revolotean y, con su dedo índice señala con tristeza e, inquisitoria exclamación al hoyo en el suelo.¡¿Se quebró el árbol? !

El hoyo, yace cubierto con distribuida maleza y una disciplinada hilera de cuerpecitos negros, caminando hacendosas, sin extraviarse, sin abandonarse por la incipiente y terrosa abertura, que aún queda del pie del robusto y ahora raquítico árbol. Entre las horizontales masas de concreto macizo, palpita sobre lapida inexistente, un epitafio sin labrar

El Hermano Humano mata y, lapidario acaba con el  Hermano árbol y con sus Olorosas y, grandes cosechas: aprisionándoles la Raíz y el hermano árbol, no se resiste a morir, cuando el Hermano Humano; levanta la mano y rígido golpea, golpea satisfecho y convulsivo sonríe, hasta hacerle sucumbir

“Las masas”……. atribuladas de concreto macizo que se han ido resquebrajando, sofocándole y aprisionándole la delgada Raíz, resuenan desdeñosas, enseñoreadas y con decoro(….) oyen y, se oyen:

Una semilla yo era, cuando me vi. El sol se derramo sobre mi, me bronceo, y bronceo hasta deshidratada y, quemada quedar; entonces decide Re-nacer. La amigable y, hermana lluvia, roció y cantaros vació sobre mi ennegrecida piel, hasta desintegrarme y perecer. La bien humedecida Tierra, me resguardó, y dentro de su “Liquido” maternal me acunó, tanto me amó, que transite todo el Circulo, subí una espiral y, a una nueva Vida, pude regresar

Mi débil niñez, fue muy feliz, los Vientos soplaban a nuestro favor y con delicadeza movía, para no quebrar a mi delgado y frágil tallo; conmigo jugaba, correteaba, saltaba ¿Glosando en mi rostro el porvenir y? yo solamente solía descansar y, sonreír.

Así crecí y crecí hasta que no encontré más espacio para mi propia raíz y enmudecí, mis pies se deformaron y a mi columna la desgarbo, cabeza gacha quedé, al raquitismo y a la pesada invisibilidad, sobre mí, por vez primera la conocí

En mi juventud, “con mis primeros frutos me di a conocer” “cicatrices” dejaron en mi cuerpo, en cada rama en la que cada fruto maduró de mi se desprendió, y alguien lo tomó para si. “Madre Eres el bendecido árbol que da todo a la fruta para que esta sea mas jugosa y dulce para el deleite de los demás”(*) Luego cuando las “masas”… de concreto, embistieron y, me sofocaron; nadie se aventuró, a sacarme de allí. Palidecí, y con mi raquítico peso, un día desvanecí

Lo demás(…) en el hoyo pues desleído quedó, de nutriente, techo y, de comida para las hormigas “deposito” de“artillería” que a ellas las hace, ser unas doctas aventajadas, para poder en equipo trabajar, progresar, alimento hallar a, ninguna destruir y, tomadas de la mano de nuevo alegres, Renacer….

Arbol: “Simbolos de longevidad, productividad, fuerza y orgullo” Y los frutales como algo casi sagrado . Diccionario. Biblico

(1) Luis Molinary