Jesus De Nazareth La Sal De La Vida Tu Eres

“La Sal: Símbolo de la Sabiduría Sobrenatural, atributo de Dios y Virtud, humana”

 Jesus De Nazareth La Sal De La Vida Tu Eres

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Mi Amado, Jesús de Nazaret, la Sal de nuestra Vida Tu Eres. Amorosa y Divina elección. Sin Ti, cuesta bastante Crecer y, Deleitarse al hacer el bien, a esta existencia la Sazonas y le das mucho Sabor

Para con rectitud, andar y, poder proseguir. ¿Amor de viejos?¿ Por miedo a morir’?.a esa tertulia, se les congregan  y se hacen co-participes los que poco aun conocen sobre el Profeta David, Felipe, Juan y, Natanael. Jóvenes, que decidieron a Dios EL Padre adorar. Y en su Hijo, el “Hijo Del Hombre” Creer, hasta llegado el momento de partir sin evanescer

Para el Norte, para el Sur, para el Oriente y, para el Occidente repartes Tu Amor Celeste. Con Tus dos brazos desplegados abrazas, al Mundo entero, ensimismado, indiferente. En la apacibilidad de Tu Sagrado Corazón, Jesús nos arrullas, con Lenidad y, Calor. Entrega, Senda, Luz y Salvación, Es la sublime y, Veraz Verdad del Salvador

Fe y falta de comprensión de Su Encomiable y Santa Palabra Es nuestra discapacidad
Destruimos a, los demás por ególatras y, por las densas tinieblas de nuestra mezquindad. De su inacabable y, comprensivo Amor, nos colma con indescriptible Generosidad; aquí y en nuestro último y, glorioso“Destino” nuestra Eternidad

Para que dichosos andemos con amores nos reúnes durante esta corta estadía. La placidez, en la Tierra la conocemos y, la saboreamos en divino éxtasis y complacencia. La Esencia, de Su Ser, la heredamos, la llevamos y, nos “multiplicamos” y, a. El “Arca” del Mundo la llenamos y ahí nos mantenemos

Hasta Su Nuevo Regreso. Tal como Él, Es. Así lo Veremos
“Vigilantes estemos” por que sin Él, Vida Eterna desperdiciamos. La Sal de la vida Tu Eres, a la Puerta del corazón sueles “golpecitos” darnos y, adentro de nuestro Aposento Interior, nos aclamas, nos Llamas para que a conversar Contigo vayamos

Con Felicidad. En Ti, nos Resguardamos. En la aflicción y, en el profuso dolor en Ti. Nos Abandonamos. Sin “Balanza” por este mundo siempre andamos, hasta que Te susurramos ¿Mi Alma? Yo, a Ti, te la Entrego. Con Tus insondables y, Tus Sagrados Pasos Andas, nos Buscas y, nada que hacia Ti Volteamos. Pero al Conocerte de Ti, nos Enamoramos y, detrás Tuyo nos Encaminamos